lunes, 30 de noviembre de 2009

It`s a breeze everlasting like time...

Hubo un silencio desterrador. Me asiré a la pena cuando pueda, pensé. Pero todo se convertía en un silencio monótono, rutinario, de los que nunca cesan. En otros momentos tiraría la toalla y volvaería sobre mis pasos, de la misma manera que vine, con la cabeza agachada y sin una ilusión.

No me quedaría aquí por ningún motivo, sólo por trabajo. El trabajo ni me hará libre, ni me hará sonreír. Me apetece no tener complicaciones. Estar como yo quiero aquí y ahora. No es tanto pedir. El mundo es un lugar injusto y cruel en el que no me siento nada identificado.

Espero no empezar a pensar en tí como un loco. Eso demostraría mi poca entereza.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Aunque no pueda verte

Me pasa como en el vídeo. No puedo verla, pero la recuerdo. Como si fuera ayer la última vez que la acaricié. Como si ayer, por última vez, la agarrara fuerte del brazo y no dejara que escapara. Pero la nueva vida muchas veces se hace eterna, se arremolina en las esquinas sin dejarme seguir hacia delante.

Te recuerdo sonriendo. Siempre sonreías con mis chorradas. Volteabas la cabeza de un lado a otro sin pensar en el minuto que venía después. Hacías olvidadizo el invierno y desafiabas el paso del tiempo. Pero sobre todo, siempre estabas ahí, con tus curvas perfectas, tu luz grandiosa, tu aire fresco.

Volveré a sentirte dentro de mi piel, pero antes déjame avanzar. No soy nadie en estos momentos. Nadie interesante, me pierdo en la multitud y las horas, aquí, siempre avanzan, y no miran con quién se topan.

domingo, 15 de noviembre de 2009

En la tele transmiten un funeral

Me ha ganado la desidia. Siempre pensé que llegaría ese momento y no me esperaba que fuera tan áspero, tan insípido. Pero me imaginaba que ese era el destino, no iba a ser yo quien lo cambiara y moviera el monótono tic-tac del reloj.

Ni lo buscas tú ni lo buscaba yo y así era muy difícil. Llegabas, es más, venías con esa decisión inamovible. Y a mí me quemaba casi siempre la camisa en el cuello, la marca del reloj en la muñeca y el pliegue de las Converse en mi tobillo. Dejaba de pensar en tí de esa forma y encendía la tele.

En un canal olvidado, aparecía un estadio lleno, pero en silencio. Era el funeral de Robert Enke, un portero de fútbol alemán que se había quitado la vida hace pocos días. El silencio me conmovió, y no pude apagar la tele. Te enteras de lo sucedido y ves las cosas de otra forma. Nunca has sido tan importante.

viernes, 13 de noviembre de 2009

El Origen

Llegabas tarde y al sitio equivocado, como siempre. Miro a lo ancho de la Gran Vía y se me hace eterna. Venías con ganas de olvidar, de dar el paso entre la línea borrosa de la alegría y la tristeza. Pero siempre volaste bajo y tus alas se batían en el engaño.

Me ponías de los nervios. Lo peor es que lo sabías. Sabías que te necesitaba muy cerca, casi en el oído. Pero te olvidaste de ponerme en tu lista. Siempre había alguien por delante. Ni siquiera en tus domingos, esos de café y cigarro, tenías un hueco para a mí en tu agenda.

Y tiré la toalla. Lo dejé porque me cansaba y te cansaba. Porque eran horas interminables de conversaciones banales. No estábamos tan unidos como parecía al principio. Último sorbo al café. Me levanto. Adiós.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Mi sacrificio

Hola mi amiga, otra vez estoy aquí, creo que nunca había pensado en ti así. Estaba en mi ciudad, con todo al lado, con mi almohada cogida entre los brazos para que no se escapara y estuviera siempre contra mi cara. Me gustaría haberte dicho todo lo que habías sido para mí.

Odio que a veces te escapes de las circunstancias y nos veamos un segundo cerca, otro lejos y otro cerca. No me había dado cuenta que junto a ti se pasaban las horas en minutos y que me encantaba verte sonreír. Te cogía de la mano y me dijiste que me fuera y yo no podía irme, estaba atado a tí.

Cuando nos besamos todo pasó, todo desapareció, podía volar y estabas a mi lado. Seguían sonando las guitarras en la lejanía y no las escuchábamos. Pero me tuve que ir, era mi destino, era mi sacrificio.

jueves, 5 de noviembre de 2009

La gran mentira de tu vida

Me llamas a las tres de la madrugada. No había podido dormir y las sábanas ya buscaban el suelo sin importarles mi protección del frío. Alcanzo el móvil con la mano derecha y se me resbala. Me sudan las manos y me apetece no cogértelo y dejarte con tus líos y tus inseguridades.

Pero pulso la tecla verde y escucho tu apremiante voz. Me preguntas si aún estoy ahí, si me sigo largando cuando le veo las orejas al lobo. Nunca quise ser así, nací tramposo en estos temas y cada día se me hace más y más cuesta arriba no pensar en ti. Pero estás lejos y ahora quieres vivir tu vida.

Creo que he malgastado todo el tiempo que he intentado ayudarte, darte mi apoyo, levantarte de las patadas y de las humillaciones. Creo que he dado más de lo que te merecías y ahora te sientes sola, en un playa desierta, lejos del mar y de la arena, sin vida, sin patria....en tu condena.


miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tardanzas en el mundo exterior

Llego tarde como siempre, pero es que la vida en Madrid me quita mucho oxígeno. Madrid no deja respirar y colapsa las arterias. No me siento en casa, ni en ningún sitio. Estoy adormecido de día y tremendamente nervioso por la noche. Todo se mueve, se empuja, se choca. No solo en el metro, donde nadie mira a nadie y todo el mundo está sólo.

Pero algunas veces nace algo desde dentro, que te saca una sonrisa, que te hace poner una meta en tu calendario y que te digas a tí mismo: "Quiero que llegue ya este día, quiero vivirlo". Y así se dan los días en la capital. Sin sentir el tic-tac de las horas y volviendo constantemente la vista atrás.

"And all of my friends who think that I'm blessed
They don't know my head is a mess"