miércoles, 27 de junio de 2007
Cuando ya no importe
Acabo de terminar de leer una inmensa obra del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti. Esta obra fue escrita en 1993, en Madrid, ciudad donde paso los últimos 19 años de su vida. Los estudiosos de la literatura (entre los que claramente no me encuentro), la consideran un testamento novelístico de su vida. Habiendo pasado, de estos 19 años, 10 años enclaustrado en su cama, sin salir, sin ver mundo ni responder a la actividad artística de ver para escribir, enarboló una obra con un estilo exquisito, a modo de diario personal, con un estilo templado, sin grandes sobresaltos, pero que te agarra y te pega los dedos a las tapas blandas de su libro.
Carr, deja su trabajo mísero, su vida mísera y sus sueños míseros para adentrarse en un trabajo, en principio desconocido, en Santamaría: un pueblo o pueblecucho(como le gusta llamarlo en la obra), donde la cultura es una mentira forjada por verdaderos trapecistas de los sentimientos humanos. Una historia de aventura a la que no se le puede adjudicar un tempo novelístico, o una trama. Lo que de verdad envuelve es el trato de los personajes, las descripciónes físicas una y otra vez escritas. Su trato a la palabra: esto es Onetti.
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