jueves, 17 de diciembre de 2009

Recorrido por tu cuerpo



Me ha embriagado el olor de tu pelo, color caoba, de tacto fino. He surcado en tus ojos los mares del océano más inhóspito, que siempre estaba cerrado para mí. Y no lo había soñado, estaba ahí. Mi vista en tu iris.

He explorado tu nariz, tan perfecta, geométricamente inexplicable. Y he besado tus labios, eso sí que lo he hecho. Y me ha transportado al universo paralelo donde anida mi yo pequeño, que sonríe siempre.

Y he acariciado tus pechos, perfectos, dulces. Me he perdido en sus curvas y me he encontrado en tu ombligo. Había pasado por tu liso estómago, que me enseñaba la carretera más soleada.

Y he cantado entre tus piernas, donde nadie antes había cantado. Era una melodía de amor, pausada y con altibajos. Mientras, he caminado con mi pulgar por tus piernas, mientras rodeaba tu rodilla.

Y he llegado a tus pies, que eran el final y mi principio. Mi vuelta a la eternidad de los deseos. Ese lugar, para siempre desaparecer.

martes, 8 de diciembre de 2009

Las historias estudiadas

En el metro, todo el mundo que pide, tiene su historia estudiada. No se le escapa una letra, ni una coma. Usan las pausas y engalanan los silencios. Saben cómo lo tienen que hacer. Me da pena su situación pero me sorprende sobremanera sus actuaciones. Supongo que hace tiempo que perdí el corazón.

Voy tambaleandome de un lugar hacia otro sin pensar muxo en lo que tendría que hacer, en la manera en la que tendría que seguir mis pasos. Ni cuánto debo seguir, ni de que manera tengo que pisar. Espero que eso pase, quedan unos días en la gran ciudad, luego, espero reposar en mi casa.

Allí te veré. Estarás donde siempre y seguro que sonríes, como siempre. Me sentaré hablaremos largo tiempo, con varios cafés y muchos cigarros. En aquellos momentos encontraré el karma, mi leitmotiv.