Como en ese cuento en el que todo sale bien se van haciendo los males más pequeños e indoloros. Todo se vuelve azul (no se si celeste o azul mar...), pero me hace volver a respirar. Y no se si es asi o si es de otra forma pero esto se siente dentro, no lo sacas hasta que lo comprendes. Pero voy comprendiéndolo. Y entonces vienes tu y me alegras y me llenas y me dejas girando en tu espìral de dorado pelo y ojos de verde prado.
Son las tres de la mañana y llegas a casa, mientras tus amigos están cantando en el karaoke y esperas la llamada de tu novia, que está en otra ciudad, y se está retrasando cuatro horas. Y entonces suena el teléfono:
-Diga; contesto
-Hola David, Soy María....Escucha, se que es tarde pero ¿puedes venir a casa?
¿Y tu que haces?
Vas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario