Me pasa como en el vídeo. No puedo verla, pero la recuerdo. Como si fuera ayer la última vez que la acaricié. Como si ayer, por última vez, la agarrara fuerte del brazo y no dejara que escapara. Pero la nueva vida muchas veces se hace eterna, se arremolina en las esquinas sin dejarme seguir hacia delante.
Te recuerdo sonriendo. Siempre sonreías con mis chorradas. Volteabas la cabeza de un lado a otro sin pensar en el minuto que venía después. Hacías olvidadizo el invierno y desafiabas el paso del tiempo. Pero sobre todo, siempre estabas ahí, con tus curvas perfectas, tu luz grandiosa, tu aire fresco.
Volveré a sentirte dentro de mi piel, pero antes déjame avanzar. No soy nadie en estos momentos. Nadie interesante, me pierdo en la multitud y las horas, aquí, siempre avanzan, y no miran con quién se topan.
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