Llego tarde como siempre, pero es que la vida en Madrid me quita mucho oxígeno. Madrid no deja respirar y colapsa las arterias. No me siento en casa, ni en ningún sitio. Estoy adormecido de día y tremendamente nervioso por la noche. Todo se mueve, se empuja, se choca. No solo en el metro, donde nadie mira a nadie y todo el mundo está sólo.
Pero algunas veces nace algo desde dentro, que te saca una sonrisa, que te hace poner una meta en tu calendario y que te digas a tí mismo: "Quiero que llegue ya este día, quiero vivirlo". Y así se dan los días en la capital. Sin sentir el tic-tac de las horas y volviendo constantemente la vista atrás.
"And all of my friends who think that I'm blessed
They don't know my head is a mess"
1 comentario:
Me gusta, =) espero que la proxima entrada no sea dentro de 3 meses o más!:) beskos tropicanos!
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